Por Sergio Restrepo - VP de Innovación
En una época de cambios demográficos, tecnológicos y climáticos, Luker Chocolate se ha dado cuenta de que predecir futuro del cacao y la industria de la manufactura de chocolate es una ciencia inexacta. Cuando no sabemos cómo será el mundo el próximo mes, anticipar la próxima década es muy arriesgado.
El cacao es enormemente vulnerable a estas tres variables, y ofrecen dos futuros igualmente posibles para 2030. La elección es nuestra, con ramificaciones para el cacao, las comunidades y el planeta en las próximas décadas.
El déficit demográfico en el cultivo del cacao
La primera variable es la demográfica. Durante más de 60 años, la tendencia en América Latina ha sido una rápida urbanización. Y esto implica, que los productores de cacao y en general de la región están envejeciendo cada vez más, con una edad promedio ahora de 50 años. Menos del 10 % tiene menos de 24 años. La próxima generación de agricultores se muda a las ciudades, llevándose consigo su vitalidad e innovación.
Si bien las razones son complejas, el atractivo para los jóvenes es claro. A medida que las redes sociales comparten imágenes urbanas ambiciosas, con mayores recompensas por menos esfuerzo físico, dejar el campo colombiano parece una decisión inteligente.
El punto de inflexión tecnológico
La segunda variable es el factor tecnológico. Actualmente exacerba los cambios demográficos: a medida que la digitalización llega a prácticamente todos los demás sectores, el cultivo del cacao sigue siendo obstinadamente análogo.
La tecnología, sin embargo, puede ser la solución. Los gobiernos y los productores deberían mirar hacia las economías más desarrolladas para aprovechar sus oportunidades. Hoy en día, la maquinaria habilitada por GPS planta semillas para optimizar los rendimientos. Los drones mapean con precisión granjas, inspeccionan cultivos y detectan y combaten enfermedades. En Noruega, por ejemplo, la tecnología ha ayudado a duplicar la producción de alimentos pero ha reducido la mano de obra en un 35 %.
La tecnología es el punto de inflexión. Convierte la agricultura en un negocio de alta tecnología: una elección de carrera más intelectual y menos física. A medida que bajan los costos y aumentan los rendimientos, el cacao puede competir con los rendimientos financieros que ofrecen las ciudades.
Mira cómo habilitamos oportunidades para los productores de cacao con nuestra visión a largo plazo:
La realidad del cambio climático para el cultivo del cacao
La tercera variable es el cambio climático, que para los productores de cacao de América Latina es una realidad cotidiana.
Los periódos crecientes de sequía e inundaciones aceleran la deforestación y los deslizamientos de tierra. El aumento de las temperaturas amenaza a los polinizadores, fortalece las enfermedades existentes y fomenta la aparición de otras nuevas.
Los cambios a largo plazo exigen soluciones a largo plazo. El monocultivo es particularmente vulnerable al cambio climático, por lo que una nueva generación de productores de cacao debe explorar la diversificación, adoptando cultivos más diversos. Además de proteger a las empresas de las fluctuaciones de precios, el policultivo ofrece nuevos productos y mercados, protege la tierra y puede agregar capas adicionales de defensa contra enfermedades específicas de los cultivos.
La decisión que debemos tomar para asegurar el futuro del cacao
Si seguimos como antes, la falta de innovación, la escasez de mano de obra, los periodos de mala cosecha y el aumento de los brotes de enfermedades verán el fin de la agricultura familiar en 2030.
O podemos buscar un 2030 diferente. Luker Chocolate ha tomado la decisión: ser pionero en una nueva forma de cultivo de cacao y crear valor compartido en el origen. Ponemos a prueba las últimas tecnologías para compartir las mejores prácticas en toda la industria. Probamos nuevas formas de riego y silvicultura para hacer frente al cambio climático. Exploramos nuevos mercados y modelos de negocio. El objetivo es una industria moderna, sostenible y viable que atraiga y retenga nuevas generaciones de agricultores.
Ambos futuros son posibles, y ahora es el momento de elegir el 2030 que queremos ver.
El plan colaborativo de Luker Chocolate, El Sueño de Chocolate, busca transformar la cadena de valor del chocolate desde su origen, construyendo bienestar sostenible en las comunidades de nuestras áreas estratégicas. Conoce más información sobre nuestro trabajo por el futuro del cacao aquí.